2 may 2007

UNA HISTORIA DE AMOR Y DUDAS. (primera parte de...¿quién sabe?)

Me llamo Lucía, tengo 35 años, dos hijos y soy lesbiana. A lo largo de mi vida he intentado muchas veces convencerme de que eso no era cierto; convencerme a mí y a los demás.
Hace más de un año que mi marido falleció, yo le quería; no le amaba, pero si le quería, todo lo que se puede querer a alguien sin llegar a amarlo. Con él fui feliz, me sentía segura y pensé que tal vez, hasta ese momento, había estado confundida. Me convencí a mí misma de que podría enamorarme de él, incluso en algún momento tuve esa certeza, aunque la realidad no se hace esperar. Y tanto es así que no pude mentirle, él sabía cuanto le quería, pero también era consciente de que lo que yo sentía no era amor y jamás lo sería. Aún así, se conformó con lo que le daba, tal vez esperanzado con un futuro en el que esto cambiara.
Siempre me trató bien, me amaba y lo demostraba cada día, era un hombre ejemplar con el que no dudé un solo momento en formar una familia. Fue un excelente padre, un magnifico compañero y un gran amigo. El mejor que tuve jamás.
Antes que él, tuve dos relaciones serias que me dejaron el alma llena de cicatrices y el corazón de miedos. Ambas fueron con mujeres. Las amé, con todas mis fuerzas, y tanta pasión casi me mata. Por suerte apareció él, justo a tiempo y me devolvió la vida.
De esta forma me prometí a mi misma que, después de él, no habría nadie más, ni mujeres ni hombres. Soy homosexual, no puedo compartir mi vida con un hombre que no sea mi marido y no estaba dispuesta a jugármela con otra mujer. La experiencia me decía que el dolor era inmenso, no por tratarse de mujeres, sino porque a ellas las amaba con todo el corazón y las heridas del amor son profundas y duraderas.
[ Continuará...]
Música: Lhasa De Sela - Con toda palabra.

2 comentarios:

Miroslav Panciutti dijo...

Hola, te devuelvo tu visita. No conocía este blog; sólo he leído este último post y me quedo con ganas de que no se quede sólo en una primera parte.

Por cierto, mi reloj está en hora. Será que no compartimos meridiano. Un beso

Anónimo dijo...

Parece que una aventura nueva empieza y la verdad tiene muy buena pinta. Te deseo suerte...ah..y gracias por tu visita y por tu comentario, por cierto muy atinado.

Besos.