20 oct 2009

Luna



Noches de soledad, vagabundas de deseos,
miradas esperanzadas que se recuestan sobre la luna.
La tristeza que anidó en el corazón
permanecerá eterna, inamovible,
hasta que otras manos devuelvan el calor perdido.
Cuántos ojos estarán mirando ahora
hacia el mismo lugar,
soñando con otros ojos y otras noches
bajo la misma luna.
Anhelando unas manos repletas de amor.
¿Te das cuenta de cuán diminutos somos frente a tantos deseos?

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