30 abr 2007

Frustración.



Me enredo en los pensamientos nocturnos que acuden a raudales a mi cerebro. Si entre tú y yo solo hay viento me quedo tumbada en la hierba mascando mi propia soledad buscada que no deseada. Me hago un lío de sentimientos. ¿Cómo puedo quererte tanto si no llego a tocarte? Puedo y debo. Te amaré hasta que la última gota de sangre riegue la tierra. Todas mis lágrimas de hoy están dedicadas a ti y el millón de suspiros que resuenan como una triste melodía. Las palabras que ahora callo llegarán a través de los latidos del corazón a tu pecho y sabrás que, una vez más, estoy añorándote.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ufff...En tan poco tanto...