14 sept 2008

YA NO RECUERDO

La bruma matinal permanece en los ojos,
cerrados, abiertos,
la incertidumbre es la misma,
pasajera, olvidada.

Dicen que hay en el alma
un lugar para el recuerdo,
en imágenes, en palabras.

La oveja negra regresó al redil,
pero ya nada era lo mismo,
el silencio, ahora,
es un arma letal.

Cambios, en la forma
en el significado,
en las maneras.

Lo que se pretende ignorar no lo es del todo,
la maquinaria del olvido es ilógica,
ahora funciona, ahora te acosa,
y perdemos lo que no nos sobra.

¿Ves aún aquella mano?
Ya no está para ti tendida,
ahora solo pide respuesta.

Un espejo no nos devuelve la imagen esperada,
desconocidos en nuestro propio cuerpo,
distinguimos arrugas,
las de fuera y las de dentro.

Un equipo que quedó en uno solo,
un destierro a destiempo,
un susurro que no se oyó.

Y a pesar de todo el destino sigue su ritmo,
y no puedes dejar de volver,
una y otra vez, a lo conocido,
a lo que ya no conoces.

Se desborda la desidia,
aprender nuevos caminos,
para hallar la misma salida.

El principio va quedando claro,
pero se emborrona el segundo paso,
aunque se repita, como un circulo,
ya no sabemos por donde hemos pasado.